Nos encanta cuando se nos plantea una boda más rústica y vintage, como la que nos propuso Nerea. Se casaban en el Kercus, en Arroyomolinos, un sitio especial por el encanto de los pequeños detalles y sobretodo por la comida.
Fue muy una boda muy familiar de unos sesenta invitados, y eso hizo que la celebración estuviera llena de alegría en todo momento, vivimos la boda con mucha emoción, desde dentro, como nos gusta trabajar, sintiendonos tanto Elena como yo unos invitados más, eso hace que podamos fotografiar con más comodidad, con el estilo fotoperiodista que nos caracteriza.
Estamos muy contentos de haber participado de vuestro día familia, gracias por dejarnos contar vuestra historia, ha sido un regalo para nosotros!!